Esta pandemia nos ha pillado metidas en casa, confinadas. Hemos echado de menos salir a las calles para celebrar el orgullo de clase obrera, para reivindicar los derechos de todas y todos.
La situación que atravesamos ha puesto de relieve cuán necesarios son los servicios públicos y los cuidados. Ha dejado a la vista todas las carencias de nuestro estado del bienestar, todos los recortes de derechos que venimos sufriendo. Ha sacado a la luz las desigualdades que tiene este sistema capitalista en que vivimos: la fragilidad de los derechos, la precariedad de nuestras vidas y ha dejado claro que no podemos seguir así. Ha demostrado lo feminizados que están los trabajos sanitarios y de cuidados, y cómo la precariedad campa a sus anchas en estos sectores. Doblemente obreras. Doblemente precarias
Hay que poner en el centro a las personas, la vida, la tierra que pisamos… eso es lo que hemos de reivindicar. Queremos un mundo más justo, una vida más libre, un trabajo con derechos, una vida digna… y no estamos dispuestas a volver a lo mismo. El COVID puede ser una ocasión para reinventarnos, para darle la vuelta al sistema. Luchemos por ello.
Tenemos mucho que defender y mucho que conquistar, porque recuerda LA REVOLUCIÓN SERÁ FEMINISTA O NO SERÁ.
No nos queda otro camino que la REVOLUCIÓN
La lucha para la igualdad:
– Que no nos arrebaten lo conquistado.
– Destruir la desigualdad que nos nos subyuga.
– Conquistar la IGUALDAD.
FEMINISMO COMBATIVO.