El 9 de septiembre salimos por las calles de Málaga a apoyar a Juana Rivas, lo hicimos junto con otras ciudades españolas. Lo hicimos armadas de razones, porque ningun maltratador es un buen padre, qué ejemplo puede dar a sus hijos. Proteger a estos de un maltratador no es secuestro.
Juana tuvo que hacer lo que desde las instancias judiciales no se estaba haciendo: proteger a sus hijos. Ante la más mínima duda la posición de los tribunales y de las instituciones debiera ser atender al interés superior del niño.
¿Dónde está el estado ante el maltrato judicial hacia las mujeres? Víctimas de segunda? NO, si algo ha quedado claro después de este fin de semana es que somos muchas y estamos cabreadas y que Juana somos TODAS.
Dejar una contestacion