Kate Millett «Política sexual”

…Un examen objetivo de nuestras costumbres sexuales pone de manifiesto que constituyen, y han constituido en el transcurso de la historia, un claro ejemplo de relación de dominio y subordinación (…) Se ha alcanzado una ingeniosísima forma de “colonización interior”, más resistente que cualquier tipo de segregación. Aun cuando hoy día resulte casi imperceptible, el dominio sexual es tal vez la ideología más profundamente arraigada en nuestra cultura, por cristalizar en ella el concepto más elemental de poder. Ello se debe al carácter patriarcal de nuestra sociedad y de todas las civilizaciones históricas. Recordemos que el ejército, la industria, la tecnología, las universidades, la ciencia, la política y las finanzas –en una palabra, todas las vías del poder, incluida la fuerza coercitiva de la policía–, se encuentran por completo en manos masculinas. Y como la esencia de la política radica en el poder, el impacto de ese privilegio es infalible. Por otra parte, la autoridad que todavía se atribuye a Dios y a sus ministros, así como los valores, la ética, la filosofía y el arte de nuestra cultura –su auténtica civilización, como observó T. S. Eliot–, son también de fabricación masculina. (…) La supremacía masculina, al igual que los demás credos políticos, no radica en la fuerza física, sino en la aceptación de un sistema de valores cuya índole no es biológica. La robustez física no actúa como factor de las relaciones políticas. La civilización siempre ha sabido idear métodos (la técnica, las armas, el saber) capaces de suplir la fuerza física, y ésta ha dejado de desempeñar una función necesaria en el mundo contemporáneo. De hecho, con elevada frecuencia el esfuerzo físico se encuentra vinculado a la clase social, puesto que los individuos pertenecientes a los estratos inferiores realizan las tareas más pesadas, sean o no fornidos… «Política sexual»

Quizás una de los textos más conocidos de Kate Millet sea «El amor ha sido el opio de las mujeres, como la religión el de las masas. Mientras nosotras amábamos, los hombres gobernaban. Tal vez no se trate de que el amor en sí sea malo, sino de la manera en que se empleó para engatusar a la mujer y hacerla dependiente, en todos los sentidos. Entre seres libres es otra cosa».

Kate Millett nació en Minnesota en 1934, en una familia católica de origen irlandés. Escritora, escultora, activista y feminista. En 1956 fue a la Universidad de Minnesota y se graduó cum laude. A continuación, realizó el posgrado en la Universidad de Oxford.

El libro «Política sexual» fue su tesis doctoral, la leyó en la Universidad de Oxford en 1969. Fue la primera tesis doctoral sobre género que se hizo en el mundo y, cuando se publicó, se convirtió en un best-seller. Imaginaos por un momento allí.

Considerada un hito en la historia del Feminismo, es la obra que por primera vez analiza el patriarcado como un sistema de dominación autónomo de otros (capitalismo, racismo…). En él denuncia la misoginia y el heterosexismo de grandes literatos y pensadores de izquierdas ( D. H. Lawrence, Henry Miller y Norman Mailer). Su libro dio la vuelta al mundo, sobre todo a partir del momento en que se atrevió a definirse como bisexual.

La intención de «Política sexual« era (y es) combatir los prejuicios patriarcales arraigados incluso entre la izquierda e impulsar líneas de actuación más radicales y renovadoras. Para cuándo una reedición?

El pasado 6 de septiembre murió en París, pero sus obras siguen teniendo la misma vigencia y siguen siendo de obligada lectura. Os dejamos aquí unas imágenes en las que la podemos escuchar debatiendo sobre prostitución.

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