Encarnación Cortés Gallardo es Concejala no adscrita en el Ayuntamiento de Benalmádena. Actualmente, colabora con el Partido X.
De un tiempo a esta parte viene sufriendo acoso en las redes sociales. Este acoso es debido a su condición de mujer, no a su labor política.
Desde FELMA deploramos este tipo de conductas de «personas» que se creen en el derecho de hacer escarnio con nosotras por el hecho de ser mujeres. Se puede cuestionar una manera de gobernar, las decisiones en el cargo. Pero no cuestionar a la mujer que las toma. Desde aquí queremos mostrar nuestro apoyo a Encarnación Cortés Gallardo y a ayudarla en la difusión de su carta para que se conozca su situación.
Estimadas amigas:
Mi nombre es Encarnación Cortés y soy concejala del Ayuntamiento de Benalmádena.
A raíz de mi actividad política, soy objeto de críticas a mi gestión que puedo entender, creo que nadie es perfecto, que todo es casi siempre mejorable y que todos (y todas) nos podemos equivocar. Hasta aquí, todo normal.
Lo que quiero hacer público en esta carta abierta no es eso, forma parte del juego político en democracia, de hecho creo que las críticas, cuando son constructivas, sirven para mejorar.
El problema es que desde hace un tiempo, desde una serie de perfiles en las redes sociales, concretamente Facebook, se viene empleando contra mi persona un lenguaje que considero intolerable por varias razones.
Vengo presenciando de un tiempo para acá que, cada vez con más frecuencia, se alude a mi condición femenina en tono vejatorio y paternalista, con frases que vienen a infravalorarme como mujer empleando un lenguaje absolutamente casposo, retrógrado y machista que bebe de toda clase de estereotipos sexistas.
Para dirigirse y refiriéndose a mí, estos perfiles de Facebook, emplean expresiones como “bombón”, “señora de almendrados ojos”, “guapa” e incluso uno de ellos insinúa que le atraigo, cuestionando con ello de manera velada mi capacidad con frases del estilo de “igual no le llega la sangre al cerebro” o de llamarme directamente “tonta”. Pero hace unas semanas me sentí especialmente indignada cuando, por mi condición de gestante, (estoy embarazada de siete meses) uno de esos perfiles empleó la expresión “Bombo gordo”, acompañada de una imagen que pretendía caricaturizarme, algo que suscitó las risas de varios intervinientes (entre ellos una mujer) que en el hilo de esa conversación hacían aportaciones jocosas acerca de mi persona del estilo “frente grande”.
Todo este lenguaje que desde hace meses se dirige contra mí tiende a infravalorarme y a menospreciarme como mujer, ataca a mi dignidad como persona y no sólo revela la falta de educación de quienes así se expresan, sino que además, constituye un elemento más de todo ese conjunto de valores y actitudes que violentan en nuestra sociedad la condición de las mujeres.
Contribuyen, en definitiva, a perpetuar comportamientos sexistas que ahondan en el trato desigual e irrespetuoso que muchas mujeres recibimos. Creo que crecer en una cultura sexista no es excusa para la normalización de la violencia de género, tanto si es explícita, como si es simbólica. Tampoco, ni muchísimo menos, para regodearse en los estereotipos de género derivados, que son de la peor clase.
Ante la indefensión en la que me siento, os hago llegar esta carta abierta buscando vuestra solidaridad y vuestro apoyo, pero también quiero deciros que es mi responsabilidad denunciar esta situación a modo de reivindicación del papel de la mujer en todos los puestos de la sociedad.
Que estaría dejando de cumplir con mi deber moral si no lo hiciera, porque estoy segura de que la mejor arma para cambiar estas tristes costumbres es concienciar contra la perpetuación de los estereotipos y roles de género que siempre complican que podamos convivir todos en paz y en pie de igualdad.Recibid un saludo cordial.
Encarnación Cortés Gallardo
Aquí tienes la Carta a las mujeres en PDF.
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