Por favor, pónganse en mi lugar

Ayer en muchas ciudades de España salimos muchas mujeres a apoyar a Juana Rivas. Por qué lo hicimos, porque nos parece terrible que a un maltratador se le entreguen unos hijos, por muy padre que sea de ellos.

Está llena la hemeroteca de casos en los que padres de hijos se han vengado de mujeres, quitándole la vida a sus hijos, solo para hacerles daño.

  • Un hombre mata a puñaladas a su hijo y se quema con él dentro del coche. Avisó antes a su exesposa para que viese desde una ventana cómo se suicidaba con el niño de 10 años ya muerto. La mujer le había denunciado por maltrato (ver)
  • La fiscal: «Bretón mató a sus hijos de la forma más cruel» (ver)
  • Un español mata a sus dos hijos de 4 y 5 años en Alemania (ver)
  • Un español asesina a sus hijos gemelos de tres años en Sudáfrica.Había viajado hasta Sudáfrica para visitar a sus tres hijos y a su exesposa, de nacionalidad alemana, quien fue la que descubrió los cuerpos. Los había asesinado en el piso que había alquilado (ver)

Claro que nos parece perfecto que una pareja eduque, críe y ame a unos hijxs que en su día decidieron tener JUNTOS. Pero lo que no podemos compartir es que ante la más mínima duda, ante la presencia de un maltrato se intente aplicar, a toda costa, la custodia compartida.

De verdad que no se acuerda el sistema judicial español de Ángela González Carreño, de su hija de siete años y del tirón de orejas de la ONU? Así, ahora, dice Ángela González que:

Hoy me iría con mi hija lejos de España. No confío en la justicia

Por eso fuimos e iremos a protestar por Juana y por todas las Juanas. Esto es por ella y por todas nosotras.

 

Os dejamos aquí la carta de Juana Rivas leída en la concentración de Granada. No perdamos la perspectiva y pongámonos en su lugar.

Hola a todos y a todas. Yo soy esa Juana Rivas Gómez a la que tanta gente está juzgando sin saber nada prácticamente de la auténtica pesadilla de terror a la que nos hemos enfrentado mis dos hijos y yo. Yo desde hace casi 13 años, ellos desde antes de nacer, no tendríamos que estar así. Ni yo escondida con mis hijos ni vosotros manifestándoos. Ante todo un enorme gracias a todos aquellos que conocéis la empatía y desde lejos y cerca nos estáis apoyando.

No tengo suficientes palabras de agradecimiento pero sí un corazón que se expande sin límite hacia las personas con humanidad. Estoy huida pero no siento que esté haciendo nada fuera de la ley. Pues la ley es la que se ha saltado a la torera desde la primera jueza. Si la ley se hubiera aplicado no estaríamos aquí. Si la jueza hubiera enviado los papeles a Italia hace un año, el convenio de La Haya no estaría amenazando a mis hijos sino protegiéndolos.

También ha sido una chapuza la psicóloga que atendió a mis hijos porque no estaba preparada para trabajar con niños que han sufrido maltrato y ni siquiera estaba colegiada. Mi hijo relata su historia de terror que no aparece en el informe. Quiero mandar este mensaje a la Jueza de Primera Instancia del Juzgado número 3 de Granada; por favor, si en su mano aún queda algo en lo que nos pueda ayudar, que lo haga por favor. Que está todo documentado y que tanto mis hijos como yo merecemos un respeto. Estos jueces están pagados con el sudor de todos los españoles. Incluida yo que siempre he estado cotizando. Con mucho respeto merecemos ser escuchados y que las leyes se usen realmente para proteger a los menores. Lejos de política o qué se yo qué intereses. Que aquí lo importante son mis hijos que están en peligro por errores judiciales. Quiero pedirle a este juez y a todo el que nos puede juzgar, que encamine este proceso hacia la cordura. Hacia la coherencia. Mis hijos están en peligro si dejamos caminar esta injusticia que nos está martirizando.

Señora juez, no es un desafío ni mucho menos mi actitud, es la única forma que he encontrado a mi alcance como madre para proteger las joyas más preciadas de mi vida.

 

Por favor, pónganse en mi lugar.

Juana Rivas Gómez

Granada, 14 de agosto de 2017

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