Hablemos con propiedad

En el día a día de cualquier feminista, lo normal es que al menos te llamen feminazi al menos una vez. Motivo para ello: que no entiendas un chiste, que te ofenda la mirada lasciva de un hombre, que te moleste el roce indeseado de una mano en tu culo, que protestes por cobrar menos que tus compañeros… FEMINAZIS que sois una feminazis.

La última vez ha sido a FELMA como asociación. A raíz del artículo de una compañera sobre la medalla a la virgen del Rosario, se dirigieron a nosotras usando este «sustantivo». Un acrónimo, reconocido como neologismo por la RAE, que resulta de unir las palabras: FEMINISMO y NAZISMO. ¿Para cuándo machirulo…?

Alguien sabe qué significa este término. Pues bien vamos a enseñar a hablar con  propiedad, es decir, sabiendo lo que se dice.

Este término nace en 1992 popularizado por Rush Limbaugh, locutor conservador estadounidense que lo hizo famoso para luchar contra las mujeres que pedían el control sobre su cuerpo, sobre su decisión de ser madres. Comparó el Holocausto de Hitler con la lucha feminista por legalizar el aborto. Él consideraba el aborto como un «Holocausto».

Feminazi es una mujer que cree que lo más importante en la vida es que se practiquen tantos abortos como sea posible

Lo acabó extendiendo al discurso feminista: las feminazis son hembristas y ellas consideraban al hombre simplemente «inferior».

Hoy en 2017. Ni feminismo es lo contrario a machismo, ni mucho menos guarda relación alguna con el nazismo.

Volviendo a la RAE, cuando se busca feminismo en el diccionario menos feminista de este país dice

feminismo.

Del fr. féminisme, y este del lat. femĭna ‘mujer’ e -isme ‘-ismo’.

1. m. Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres.

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